lunes, 23 de diciembre de 2019

Retomando

Hoy he releído todo lo que había escrito, llevaba mucho sin escribir, no porque no tuviera rollo que soltar, más bien por omisión.
Ojalá pudiera tener una grabadora en la cabeza, mientras conduzco tengo pensamientos brillantes, en la cama cuando me dispongo a dormir divago entre fantasías, mientras me ducho en el gimnasio o cuándo me meto al jacuzzi y sólo oigo el burbujeo del agua...ahí, en esos momentos, a veces rozo la genialidad. El resto, como incluso lo anterior, me acaba pareciendo que no está a la altura.
Mañana en Nochebuena, y comenzamos con aquello de hacer balance del año pasado, de cómo queremos que sea el que viene, metas, agradecer lo que tenemos, etc.
Bien, este 2019 para mí ha marcado un antes y un después.
Perdí a una gran amiga y perdí a mi gata. Ambas con una semana de diferencia. A lo que habría que sumar una situación sentimental complicada.
Desde entonces he estado balanceándome.
No he hablado mucho del tema, y tampoco sé si este es el lugar para hacerlo, pero allá vamos.
Después de haber pasado un cáncer de hígado con operación para dejarle el mínimo vital, un dolor de espalda supuso el peor de los diagnósticos: metástasis en pulmones. No había nada que hacer y mi amiga sólo podía tener cuidados paliativos. Digiere la noticia. Asume que te vas a morir en semanas.
Tuvimos que hacer todos los preparativos para ese momento, elegir funeral, dejar administrador de cuentas como Facebook, correo, Whatsapp, despedirte de la gente, a muchos sin decirles que era la última vez que los veías y, día tras día, ir dejando paso a los chutes de morfina, a las llamadas al médico para buscar ayuda para los dolores, a saber que eran los últimos momentos que existías...
Con 35 años.
Yo mentía por hacerle sentir bien. Me dejaba las indicaciones de lo que quería y lo que no. Mirábamos las fotos que quería borrar, las que quería que tuviese esta o aquella persona, reíamos cómo si no existiera la cuenta atrás. Pero existía. Y algo en mí se rasgó.
Fue un gran apoyo en otras épocas. Vivía en mi bloque de apartamentos cuándo me fui a vivir a un pueblecito, también era de mi barrio, y estuvo ahí cuándo pasé una época muy mala por temas sentimentales y laborales.
Ella ahora me admiraba. Decía que era su ídolo. Lo que no sabrá es que quien la idolatra soy yo.
Días antes había tenido que tomar la decisión más difícil que he tenido que tomar. Decidir si alguien vive o muere no debería de ser algo que tengamos que hacer. Es como jugar a ser Dios, y yo no lo soy, ni querría serlo.
Me tocó hacerlo con mi gata. Llevábamos 20 años juntas, y nada de lo que pueda decir o escribir podrá describir lo que sentía por ella. Decidí hacerlo en casa, y cavar un hoyo en el terreno de mi madre para enterrarla, cosas que tuve que organizar previamente. No lo recomiendo.
Llevaba casi dos años haciendo de enfermera, teniendo que inyectarle suero diariamente porque no le funcionaban los riñones, también había tenido dos momentos en los que casi muere en los que hubo que dejarle colocadas sondas de alimentación y cada 3 horas tenía que darle de comer papilla templada.
Y, de repente, un bulto en una mama. Como un guisante, ahí estaba, no lo había tocado antes. Como resultado el peor de los pronósticos, carcinoma. En cuestión de semanas el guisante se convirtió en una pelota ulcerada, a la que había que hacerle dos curas al día.
Aún así no se rendía. Me buscaba pidiendo mimos, quería vivir, pero su cuerpo se fue consumiendo, y yo fui alargando lo que no tenía ovarios a decidir.
Desde entonces me he mantenido a flote. Tuve un bajón muy grande semanas después, pero también tuve a mucha gente preocupándose por mí, por lo que no tuve más remedio que reponerme, no podía dejar así a mis fans.
A día de hoy sigo echándolas de menos, aunque no lo publique en Facebook con grandes estados trasncendentales. Mi alma ha perdido un poquito de peso, pero siempre he sido más bien delgadita.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

BLESSED

O lo que es lo mismo, bendecida. Y es que a veces, aunque soy tendente al pesimismo, no puedo más que dar las gracias por lo que tengo. No...