domingo, 29 de diciembre de 2019

BLESSED

O lo que es lo mismo, bendecida.
Y es que a veces, aunque soy tendente al pesimismo, no puedo más que dar las gracias por lo que tengo.
No es que me me haya pasado nada destacable, simplemente es que puedo decir que tengo una familia que me quiere, unos amigos de una calidad insuperable, tengo trabajo y una casa en la que dormir, con calefacción y todas las comodidades que no he tenido en otras épocas de mi vida. Y no hay que darlas por hecho, de un día para otro la vida gira, da un cambio, y dónde antes tenías lo más importante, la salud, deja paso a la enfermedad y todo se convierte en secundario.
He estado en todos los procesos que se pueden vivir. Excepto el de ser madre.
He estado arriba, creyéndome la mejor, insuperable, con muchos pajaritos en la cabeza y claro, lo que está arriba...baja. También he estado abajo, muy abajo, y siempre, digo bien siempre, he tenido alguien que me ha ayudado. Sin pedirlo, sin esperarlo, porque sí.
En apariencia soy una persona muy extrovertida, abierta, afable, sin embargo, también existe la parte introvertida, hermética, alejada de la gente. A veces me cuesta equilibrarlas, imagino que quizá nos pase a todos.
Me he pasado años observando a la gente, mientras aparento una alegría a veces incluso infantil o desmedida, producto de los nervios, y no se me da mal hacer perfiles, escudriñando los resquicios, sacando lo profundo, abrazando sus fantasmas porque, siendo sincera, todos tenemos fantasmas y muertos en los armarios.
Yo tengo unos cuantos. Y no tengo problemas en confesarlos, porque también forman parte de mi y me han hecho ser quién soy, llegar hasta aquí.
He tenido épocas muy oscuras, duras, situaciones que me han hecho vivir y situaciones que he creado propias de pesadilla. Las abrazo. A todas y cada una.
Evidentemente si algún afectado lo lee, lamento el daño que haya podido causarle, pero si sigues en mi vida es por algo, y, si no estás, no estuve o no estuviste a la altura y somos humanos, a veces esas cosas pasan. Si se quedo algo pendiente mi puerta siempre estará abierta y disfrutaré como una niña pequeña, no tengas vergüenza y sal a mi encuentro. Con una cerveza y un abrazo. Sino vete por dónde has venido, que nadie te obliga.
Pero tras tanta divagación, todo iba sobre sentirme bendecida. Y cada porción de ello merece ser elogiado.
Tengo una madre fabulosa. Es fuerte. Es algo misteriosa y hermética, con un halo apocado, pero con una bondad INFINITA. Es sensible y puede ser frágil si le tocas algunas teclas que son evidentes. No es una madre "normal", ya hablé de ello, no me aconseja, sermonea, da lecciones de vida esenciales ni nada así. Pero me enseña cada día, en su silencio (roto siempre por lo que casca conmigo), su cocina, sus ojos con su mirada incluso triste, su presencia. No tendré vida para agradecer todo lo que he recibido sin que lo sepa.
También tengo unas hermanas admirables. Las tengo en un pedestal. A cada una de ellas, por diferentes motivos. Todas hasta nuestra edad adulta pasamos por idéntico camino, pero ellas eran más fuertes, son un espejo en el que poder mirar y sentir orgullo. Son fuertes, luchadoras, buenas, duras cuándo se ha de ser y, en cada momento de mi vida, han estado brindándome su amor.
Por otro lado están mis amigos. Algunos por los años y por las circunstancias forman parte de mi familia. Curiosamente, no cumplo aquello de "se pueden contar con la palma de una mano". Tengo la suerte de poderlos contarlos en mayor número, y no es un decir, ni un querer adolescente, ya que los años lo han demostrado.
Acabo de comprarme casa, he vuelto a mi barrio cómo quería (la otra opción, Juslibol, no tenía ninguna disponible, pero allí acabaré si llego a ser vieja, viendo amaneceres y atardeceres entre naranjas y morados, con Zaragoza debajo y el Moncayo de fondo) y me voy encontrando gente que fue conmigo a clase, al colegio, al instituto, de fiesta. Cómo cambiamos! Se me hace difícil explicar que aunque sigo siendo una lianta de mucho cuidao', ya no soy la misma persona, soy mejor persona.
Cómo dice la canción de Mecano, y para acabar, "sin entrar en pormenores, yo sé hacer cosas mejores".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

BLESSED

O lo que es lo mismo, bendecida. Y es que a veces, aunque soy tendente al pesimismo, no puedo más que dar las gracias por lo que tengo. No...